Papa,tengo sueños eternos contigo
y muchas veces deseo poder entenderte como antes
quizás jamas tendría que haber sabido de tu huida
o quizás mejor de que aquel cariño era mentira.
Cuantas noches de miseria abundaron a mi alma
y por hacerme fuerte me he ahogado en lágrimas
que por simple orgullo jamas he de derramar.
Estos seis años que significan nada.
Estos seis años que me dieron la verdad
han sido exorcistas de mis pocas alegrías
fantasmas que me asustan en esta soledad.
Padre,cuanto cuesta asumir que yo misma te perdí
por un secreto egoísta que te ahogaba en el pasado
y por querer aclararlo te hiciste sombra en mi,
y luego que lograste arrancarlo de tu alma
te valió la esperanza que quedaba en ti.
No me culpes por no querer comprenderte,
es el precio que debes de pagar,
esta niña que le duele el corazón,
que no entiende la razón
de todos tus rechazos;
quiere ser buena contigo
pero el dolor la supero,
es una mancha negra
que a su paso todo va cubriendo
y hace que te ignoren mis pensamientos
y que mis brazos ya no te abracen.
Padre,lo siento tanto...
pero es que mas no puedo hacer
esta que hoy se sincera,
es lo que tus errores han creado,
soy lo que tu has querido
o simplemente lo poco que has dejado.