En las tinieblas del corazón, las tinieblas que ha dejado el desamor, me debato entre el odio y el amor.
Oh que camino, que senda he de tomar, cuando confuso es el horizonte. Pero aún así funciona aunque sea agónica mi razón y ella me dice que te olvide.
Oh mi corazón herido y sangrante como le discute fervientemente a aquella razón, qué hacer, qué decir, cómo de esta penumbra salir... ¿?
Es ese precisamente el misterio que he de develar.