Eduardo Angeles De Rivero
Deseo instintivo, deseo ferviente
un hijo deseaba tener en su vientre.
Clamor escondido que fue respondido
desde el lejano cielo.
Alumbró dos niñas con rostro de ensueño
en distintos momentos.
Tan bellas como la madre
que las tuvo en su seno,
tan bellas que me trae el recuerdo
de aquella niña que tuve en mis brazos,
tratando que duerma,
tratando se entregue al plácido sueño.
Como hojas que arranca el viento
pasaron los días, transcurrió el tiempo,
la niña que tuve en mis brazos
ahora una niña arrulla en su regazo
mientras la otra juega sin pausa, sin descanso.
Bellos momentos vividos
que mi memoria no borrara jamás.
Ser de mí ser que a mi corazón llegaste,
ser madre te ha dado
lo que siempre anhelaste
Eduardo Angeles De Rivero, todos los derechos reservados