Los ojos fuman pipa en el horizonte
buscando entre celajes la esperanza,
el barco que traerá los sentimientos
se acerca a la orilla de su alma.
Se escucha el bullicio que traen las olas,
de navegantes en busca de fragancia,
mientras allá en el puerto se aglutinan
los corazones esperando calma.
Allá sobre la mar viene cantando,
cantándole al amor que en costa espera,
aquel desdeñador de mariposas/
con mil caricias que en sus manos lleva.
Las rociará en su cuerpo como siempre,
ella le sonreirá fingiendo amarlo,
él sin que ella lo sepa hará lo mismo…
y ambos pasaran un tierno rato.
De mar en mar, él va… de puerto en puerto,
vacío y sin amor, sólo con sueños/
con ilusiones muertas y anhelos
que nadie saciará como el recuerdo.
Ella tendrá mil caras, mil te quiero…
él la verá en los rostros del silencio,
la vera, esperando, en cada puerto…
en cada margarita con su beso.
Así él fingirá estar contento,
navegando en la vida sin quererlo,
zigzagueando entre lunas y senderos,
mojando con sus lágrimas el cielo.
Esperando que ella desde lejos…
en cualquier noche estibe a las estrellas,
y allí se besaran por un momento,
con miradas, con ansias y con pena.