No es tu ausencia
lo que duele
no es la boca del estómago estrujada
lo que duele es tu cama vacía
tu almohada sin sueño
tus mariposas solas
tus abanicos quietos
lo que duele es tu voz
que no brilla en las ventanas
lo que duele es este abrazo vacío
que te abraza en el aire
y que te dice: te extraño/te quiero
como un eco que resbala
en tus vestidos.
No es que no estás lo que duele
como un castigo
lo que duele es éste reloj
detenido
que no avanza
que golpea sus horas cada hora
como si no le importara
que te espero.