Se acabó el cuento de hadas.
Se acabó ya no queda nada,
ya no existe el beso apasionado,
las caricias furtivas,
el abrazo inesperado.
Se acabaron los detalles,
las salidas a solas de las manos tomados.
Las puestas de sol, siempre a mi lado.
La oscuridad de la noche, cómplice callada,
de un encuentro de amor y pasiones entregadas.
Se acabó el romance,
y las ganas de esperar:
una caricia, una flor nada más.
Un beso en la mejilla,
por no pedir más.
Se acabó la forma en que me miraba,
sus ojos brillaban, cuando me hablaba.
Hoy tan sólo esquiva la mirada.
Hoy añoro el tiempo pasado,
del dulce amor que has olvidado.
De recuerdos y besos guardados
y que en mi cuerpo quedaron tatuados.