"Cupido cayó tanto en el error/ y sus historias están tan desechas,/ que está por perder su licencia para el amor.../ sus alas y sus flechas".
Necio digo que aprenderé a odiarte
Y manteniendo siempre la calma,
Veo que salen raudas de mi alma
Tan sólo razones para amarte.
Yo me aseguro y podría jurarte
Que he de sacarte de mi pecho,
Pero noto que del dicho al hecho,
De mí no he podido apartarte.
Parezco un loco disfrazado de cuerdo
Gritando que ahora sí está decidido,
Pero nunca deja que el olvido
Acabe al fin con tu recuerdo.
Te nombro y los labios me muerdo,
Ya ni sé qué rayos estoy diciendo,
Ya lo ves, estoy muriendo…
Y al tratar de vivir me pierdo.
Pero al escribir que te amo soy firme,
No hay ningún error en mi escritura,
Te lo dice un hombre que se figura
Que hasta tú puedes corregirme.
Por decir adiós y no irme,
Por decir te odio y amarte,
Porque sabes que en cualquier parte
Llorando puedes conseguirme.
Por ya no tener coherencia,
Por ya no decir lo que sé,
Por esta vida que me acostumbré
A sólo vivirla con tu presencia.
Te ofrecí mi sentir, mi esencia
Pero luego te eché de mi lado,
Es que no estaba preparado
Para los casos de ausencia.
No he sabido sobrevivir
Con el amor que te di gota a gota,
Líquido que sale del alma y se bota
En tu corazón que por mí ha de latir.
Tengo que aprender a no decir
Adiós si luego voy a volver,
O lo que es igual, no prometer
Lo que no estoy seguro de cumplir.
No decirte que me voy… que me voy…
Y tú veas que me quedo… y me quedo…
Nunca ser capaz por tener miedo
De decirte lo cobarde que soy.
Ahora mírame, aquí estoy
Y qué ironía, amor de mis amores,
Tan inciertos que son mis temores
Y tan verdadero el amor que te doy.
Mis frases en tu celular...
La cosa no puede estar más sincronizada,/ mira cómo 2011 empezamos,/ tú leyendo para sentirte amada,/ yo escribiendo porque te amo.
Tanta lluvia me recuerda el caso/ al abordar tu corazón un día,/ encontré letreros de "NO HAY PASO"/.../ por derrumbes en la vía.
De lo que pasó entre los dos,/ tantas cosas se pueden contar,/ que creo que el mismo Dios/ ya no sabe a quién culpar.
Al entregar con pasión nuestros cariños/ y luego llenarnos de insultos,/ parecemos dos niños/ que nunca llegarán a adultos.
Cuando me insultas sin piedad/ y sin pensarlo me humillas,/ no sé si me amas de verdad/ o "me amas" entre comillas.
En el poema con emoción/ de un escritor que se respeta,/ se ve cómo llora el corazón/ y se desangra el poeta.
Juraste que fue mío tu amor un día,/ amor del que ya no me ocupo,/ porque en ese entonces yo no lo sabía/ y creo que ni Dios lo supo.
Quiero saber por qué lloraba,/ pues la verdad no lo entendí,/ ¿sufría porque yo no estaba/ o sufre porque volví?
Cuando estoy contigo suelo rechazar/ algunas cosas que detesto,/ Que tu propósito sea jugar/ y el amor... sólo un pretexto.