Tiempo tiene que en esta fecha,
se unieron dos almas,
que estaban ocupadas,
pero llenas de soledad,
se juntaron por azahares del destino,
y empezo el dolor, la esperanza,
la ilusión de estar juntos,
aunque siempre el destino,
se encarga de separar,
recuerdos de ayeres y de hoy,
que por mandato divino,
nos volvemos a unir,
a encontrar, a revivir,
y volver a sufrir.
Noches de aventuras llenas de amor
de sentimientos encontrados,
donde es mas fuerte la adrenalina,
que el temor, A Dios y tu pareja,
que nos invade, esa soledad que nos une,
que quebranta nuestras voluntades.
Cuan caro pagamos este amor,
nos daña y nos junta,
amor prohibido, amor de aventura,
te veo me embrujas, me ves te cautivo,
nos olvidamos de los demas,
y nos entregamos sin reservas,
sin remordimientos, solo queremos,
salir del silencio de nuestras vidas,
quitar las soledades que nos rodean,
me pides que acalle el silencio,
en que tu pareja te tiene,
que llene a tu vida, de lo que careces,
que te comprenda y apoye,
en tu vida de mujer y madre,
que supla a tu marido,
y eduque a tus hijos,
que me hacen mas caso,
por que su padre nunca esta.
Me pides que te ame, mientras el duerme,
que te de lo que el te niega,
me exitas, en tu sala, con tus besos
cuando lentame me quitas mi camisa,
y tus labios sedientos de amor,
me besan mi pecho, mi torzo,
mientras mis manos, mis dedos,
acarician tus senos desnudos,
te untas exitante a mi piel desnuda,
te quito tu falda, tu tanga,
que coqueta te pusistes al saber
que estaría a tu lado,
bailas con frenesí, replegando tu cuerpo,
desnudo, me dejas sentir tus entrepierna,
enmedio de mi muslo, lo tallas,
mientras mis labios sientes tus pezones,
tus pecho , tu cuello, ardientes de deseo.
Pasa el tiempo las caricias suben, bajan,
las lenguas chocan, se cruzan, se emielan,
en cada escondite, de nuestros cuerpos ,
los dedos recorren la piel de cada uno,
llenando de gozo de placer, de sentimientos,
y me pides que acallemos nuestras conciencias,
entregandonos los mas intimos lugares,
llenando tu virtud con mi virilidad,
llenando de dolor nuestros corazones,
porque sabemos que vivimos lo prohibido,
que somos almas ocupadas.