Una casa de árbol inestable
Guidamos tenis en los cables
Si había un matorral se hacía bosque
de monstruos incontables
el polvo nos hizo hermanos
Los juguetes lo hacían nuestras manos
El aroma a café, oler quemado el maíz
Jarra de orejas quebradas
Sillas con patas dañadas
Un barrio con nombre de país….
Crecimos oyendo el verano
Dando vueltas al calendario
Sin darnos cuenta que la vida
Nos pide cuenta de los años
Aquí nadie crece con suerte
Pues no hay tiempo para los dados
Hay que trabajar fuerte
Para ver el trabajo terminado