¿Tú sabes qué pasó en la soledad de un día?
Si lo supieras amor, reirías de mi destino.
Porque lo que sucedió, no era lo que pretendía,
era un simple deseo de encontrar mi camino.
Pasé por algunas cosas, que me dictaba mi pluma,
y de paso sin saber, me convertí en un pintor.
Y sentí el dolor, que me dejó alguna,
y curándome creí que podía ser doctor.
Vi en imágines de vida, como cambiaban colores,
y pintaba a la gente, como querían mis plumas.
Separando todo en grandes y pequeños amores,
algunos con mucha suerte, algunas poco oportunas.
Así me pasó un día, pero lo que fue mejor,
de ese día tan grande, es que fue pintado de un color.
Fue un día normal, pero fue un día mayor,
que cualquier otro día que se pinto de amor.
LEOM KOLMNELA