Dios un día decidió concederme la dicha mas grande que es ser mama me mando a un hermoso y bello angelito que empezó a crecer dentro de mi no sabia que iba a ser si niño o niña pero lo que si sabia es que iba a ser mi Ángel. Pasaron 5 meses y me dijeron que iba a ser niño realmente mi alegría no sabia de sexos solo quería tener ya a mi Ángel en mis manos, su papa estaba muy entusiasmado y ocupado a la vez con mis antojos. Pasaron nueve meses y en noche buena me fui al hospital a aliviarme cuando me lo dieron lo vi tan chiquito, tan inofensivo y tan parecido al Ángel que soñé. Lo bautice Ángel porque para mi es lo que es un Ángel que dios me mando para cuidarlo. Cuando creció y me dijo mama sentí una dicha que no se como explicar.