Disputaban tu labio y el mio, por conseguir ser beso
discurrían como el agua sobre el fuego
la sed sin causa, doblegada y vencida.
Combatían tus ojos y los míos
por la claridad desenfocada del reflejo
tú, me desnudabas de azabache noche los iris,
de canela esencia cristalizada, yo..
perfumaba lánguido el sueño de tu mirada.
Y me veo inmersa , contraída de insomnio,
te siento...toco tu cuerpo, respiras mi aliento,
me refugio en Ti, sencilla , extranjera ,liviana...
en el palacio crepuscular de tu mirada.
Arde en Mi la llama ,serena, estancada y calma,
sobre el imperio leve de tu piel,
sobre la noche de tu iris lampo,
explorador ,relámpago detenido...
en el bermejo cielo ,de mis parpados rendidos.
Coronas mi vientre,con éxtasis, con sed
y cincelas palabras,en mi geografía
con sosegada locura , con desbordante ambrosía
donde mis brazos rindo, infatigables, perdidos
entregándome a la forma indescifrable,
y a la oquedad de un mundo ,de vértigo y abismos.
Yo quise nacer de tu boca,
igual que el rayo en la tormenta,
de fulgores ciegos e intensos,
iluminar el mundo que tu piel abarca
en su desnuda y cálida, palidez blanca.
Quiero donde el beso nace, hallar el instante
de nuestras bocas creciendo implacables
como el hambriento veneno en las venas,
o la sutil herida, entre la vida y la muerte .
Te amo, como las espinas a la rosa
defendiendo su efímera belleza
de fragancias que no conocen dueño,
pero que a mis labios, embriagan dulcemente
Y recuestas tus labios ,en la palma de mi mano,
como los destellos carceleros de la luna
bebiendo mendigo de mi piel desnuda,
e ingrávido por los limites de mi cordura,
Vistes intacto ,de militantes resplandores,
y alargas tu mano ,derrumbando mi cintura
tejes y destejes tu beso entrelazado,
impaciente entre las sombras
y amarrando tu secreto a mi figura...
desvistes tu alma en la pálida penumbra .
persiste tu voz, tiemblas con canto inexplicable ,
fértil, febril, en un bélico instante, de árida locura
en la que posas sobre Mi , tus versos, tu ternura
besándome con tu níveo reflejo, y aun …
en la noctambula profundidad adormecida
te escucho callar, un sueño de sentidos,
donde la noche me vuelve día
y tu aliento, en un grito de agonía
No quieras amor mio, curarme de esta locura
tan sanamente alojada sobre mi pecho,
no pretenda tu boca, de besos callarme
teniendo las manos.. hasta tu piel, desnudas
y la noche completa, cargada en suspiros,
culminada de poemas con tu nombre.
Prométeme tu vientre
para en él escribir, el fértil testamento
de todas nuestras albas despeinadas
prométeme amor mio la sonrisa
y de tus negros ojos, mi reflejo
que yo, te ofreceré el amor que no existe
Ese... tan necesario y nuestro