El último romántico,
que se aferra a esta vida,
sin cambiar sentimientos,
con fuertes pasiones,
que se encienden en sueños.
Donde la rosa es la rosa…
donde el sol se hace cielo,
donde el viento y la brisa
miden sus fuerzas en ecos…
Donde el amor es amor
y ya no le importa el tiempo
que lo estucha y lo comprime…
Tan sólo vive momentos…
Y así soy yo… simplemente,
sin cambiar… con mis silencios,
el último romántico
que va cantando mis versos.