Vocablos peregrinos recorren
y en sonora mudez palpitan
Azuladas miradas nocturnas
vistiendo des-tiempos en lienzos
Melodiosas hojas blanquecinas
olientes suspiros exhalan
Cenizas de pecado lucen
coloridas vocales impares
Palabras de almohada
Polvorientas muecas
Prisioneras miradas
Y, tu rostro en mis manos
Sueños en letras despiertan
Sentires en pluma desprenden
Siempre, tu nombre eterno
Amor
Mané Castro Videla