Hoy llevé a mi nietecita
a dar un lindo paseo
pues era de mañanita
y yo sentí el deseo
de llevarla a caminar
por las calles del Vedado
y llegamos al lugar
más agradable y preciado,
donde hay flores preciosas,
con agradables olores,
hay gladiolos, lindas rosas
de diferentes colores.
A mi nieta le gustó
una rosa delicada,
que Jesús le regaló,
era una rosa rosada
¡tan bonita!, que irradiaba
su color tan delicado
y todo el que la miraba
se quedaba extasiado.
Cuando a la casa llegamos
la puso en un bucarito
y ahora todos disfrutamos
de su color tan bonito.
Vero
01.02.11