Al no saber qué hacer con tu tristeza,
Algo muy dentro de ti empieza
Lentamente a apagarse…
Y te hiere con celeridad
Una dura realidad
Que ya no puede cambiarse.
Cuando no hallas qué decir
Pues no te pueden servir
Tantas palabras sin contenido,
Las que se dicen, las que se escriben,
Esas que aún sobreviven,
Van pasando al olvido.
Cuando no puedes sonreír
Ni sabes a dónde ir
En busca de alguna luz…
Se hace difícil tu lucha
al creer que no te escucha
ni el hombre que está en la cruz.
Cuando un sueño no logra inspirar
Y sientes que al despertar
De nada sirvió dormir,
Notas que en cierto modo,
Por estar pensando en todo
Se te ha olvidado vivir.
Cuando despiertas y no amanece,
De repente te parece
Que el sol no va a salir…
Porque la luna lo hiere
Cuando él dice que la quiere
Y ella no sabe qué decir.
Cuando sientes que el corazón
Late sin ton ni son
Y tus minutos vagan perdidos,
Es porque no hay un querer
Que te ayude a entender
El porqué de sus latidos.
Cuando crees en Dios
Pero no escuchas su voz
Ni percibes su presencia,
Se va tu fe por un abismo
Y piensas en el ateísmo
De algunos hombres de ciencia.
Cuando no hay a quién culpar
Sientes, si vuelves a fallar
Que te quedarás sin defensa.
Ante la crítica siempre bruta
De una ley injusta que se ejecuta
Pero nunca se piensa.