Fabian Amaya

Instinto

Que la noche en sus tinieblas nos cubra

y que el cielo estrellado sea nuestro manto

y que la luna fulgurante con su encanto

sea farol de tenue luz que nos descubra

 

Allá en medio de la hierba humedecida

que despide dulce olor a salvajismo

del placer creciente el esclavismo

penetra la piel suave enardecida

 

Dos cuerpos que se hacen uno

entre fuego intenso se funden

fieros instintos banales consumen

inocencia del sentir más puro

 

Libido que en noche calmada

arrebata el silencio estelar reinante

vasta lujuria tan apasionante

razón de infinidad desenfrenada

 

Sumergidos en noche comprensiva, ruborizada

donde amor y deseo se hacen un todo

libre el espíritu en oscuridad cristalizada