…la mujer quiere
casa, vestido y sustento
y…en la cama un buen instrumento.
Y si fueras ajena considero
que no puedas quererme, nunca…nunca
porque el amor en tus brazos ya se trunca
y el placer en los míos es un estero.
Te prefiero así un tanto obsceno
que seas en mi cama…compañera.
Que tus senos acerques a mi vera
y mi boca diluya aquél veneno
No quiero un protocolo entre tu boca
¡déjame gozar de tus primicias!
En silencio en la alcoba -ya me envicias-
a beber de tu sexo, ¡que provoca!
Te quiero penetrar en cualquier noche
sin mirar el reloj cursar la hora;
abrir lentamente así tu broche
sintiendo que el gemido se demora.
Por eso eres ajena y te conozco
aunque sepas de mí no digas nada.
Mañana estaremos los dos de madrugada
…¡empapados de placer! Lo reconozco.