Eres amor que labraste
Y sembraste sentimientos
Cosechaste rosas y pensamientos
Comprendí la magia que da un encuentro
Volviéndome adicto a tus besos
Bajo la piel delicadas sensaciones
Sensibles a tus caricias
Encontrando en mi cuerpo fértil
El campo idóneo para recibir vida
Con los rayos de sol que es tu sonrisa
Corazón que se arma con tu palabra
Improvisada melodía
Tus manos seda que recorre osadamente
Mi anatomía.
Brindando incasablemente momentos de placer
Volviendo al sol enemigo de la luna
Luna testigo fiel de esta aventura
En la búsqueda incesante del disfrute pleno
Que da la vida.
En esa cadena invisible que es el amor.