Pasamos los años sin vivir en absoluto,
y de pronto todo se concentra en ese instante,
tu mirada y la mía se encuentran.
Mi alma respira,
del mundo ausente estoy,
tu presencia en mi corazón palpita con emoción.
Cómo iba a saber que por tu amor yo me iba a perder.
Dulce sentencia tu amor para mi es.
Sin saber ni cómo ni cuándo apareciste,
mi vida a ti dedique.
Frio como la tormenta de nieve,
hermoso como el cantar del ruiseñor,
esa sonrisa condescendiente que nubla mi interior.
Me hace vivir, me hace soñar
sin pensar que muy dentro de mi estas.
Esos ojos profundos y misteriosos,
que me hacen delirar aún cuando no estas.
Ese increíble instante eres tú.