XII
(la mujer de quien me enamore)
Lagrimas lloradas al tiempo,
gritos de amor que viajan
a traes del efímero viento,
en busca, del eterno silencio.
Tiempo...
Tan corto en la vida,
para jugar a perderlo,
pero tan largo en el alma,
que no encuentra consuelo.
Viento...
Que bagas por el mundo,
en ocasiones solo y errante,
conoces la pena que hoy tengo,
llevale mi voz implorante.
Silencio...
Apreciable y fiel amigo,
tengo esta noche, tristeza y olvido,
y creo que solo puedo contar contigo,
pues este Amor... Nunca podre vivirlo.
Carlos R. Barrera