No te abraces al recuerdo
que los recuerdos son eso…
fotogramas del pasado,
fosilizados en ecos.
Y escucha mi corazón
que vive, sufre y se agita
por escuchar la canción
que me cantes cada día.
Pasearemos los dos
de la mano por la orilla
de ese mar que es tu pasión,
tu alimento y tu vida.
Y soñaremos los dos
que los sueños son más bellos
al compartirlos al son
que nos marquen los deseos.