En la actualidad, los viejos poetas se han consagrado como los maestros de versos que develan los secretos de una vida incomprendida y amores incomprendidos para el ser humano.
Algunos riman vivencias propias, hacen de la política un poema, otros les dan humor y sexualidad y de esa manera, creamos nuestras características los que amamos decirle al mundo lo valioso de expresarnos a tinta y teclas.
En la actualidad, hemos adoptado la cultura del desecho que reina en Latinoamérica y se apodera de las generaciones que ya no escuchan poemas ni pintan paredes, ya no se reparan zapatos, ni vestidos y mucho menos las mujeres y los maridos.
Lo que no sirve se bota, vamos y compramos otro, existen pocos matrimonios y millones de divorcios, existen zapatos viejos que a pesar de cómodos ya no lucen, es mejor comprar otros y así de sencillo hemos transformado al ser humano en objetos desechables.
Todo ha estado escrito en poemas, en textos viejos y otros modernos que se han colado en el mundo de los intocables escritores, de amores que se tildan de incomprendidos y que jamás cambiaran su titulo, pues más que comprensión solo esperan amor.
Al amor, solo amor, para que entender, para que amargarse pensando majaderías si mañana morimos y no compartimos esa ultima hora regalándonos sexo y poemas.
En la actualidad, hasta eso desechamos, botamos por la borda todo lo que podemos ganar con un buen mirar y una invitación a vivir una historia incomprensiblemente amada.
Nos consagramos como los más viles creyentes de la cultura del desecho, rimando palabras de protestas que nos llamen a reflexión y nos den la mano a conservar y reciclar desde el papel, hasta la mujer, desde los viejos zapatos, hasta el marido, desde el viejo amor, hasta ese nuevo, que está aprendiendo hablar y solo dice sexo.
En la actualidad, solo existen palabras reales en los poetas contemporáneos, existen protestas y decepciones que hemos recibido de brazos abiertos de un sistema capitalista que se nos ha vendido con amor a los que hemos sido parte de su mundo desechable.