MAS ALLA DEL SOL… ESTA MI CASA
Soy extraterrestre con poco de humano,
entre tanta gente/ que me miran raro,
camino ermitaño en el mundo ufano,
peregrino soy, quizás un marciano,
soy un espécimen/ algo en extinción,
escaso diseño de mi creador.
Miro a las alturas, mas allá del sol/
me espera mi casa… celeste mansión;
lugar donde ausente se encuentra el dolor,
donde hedor y muerte/ ya no existen, no…
donde el hambre y guerra no pueden morar,
lejos de esta tierra/ podrida de mal.
Los rayos me invitan a subir allá,
a fundirme en ellos y en la eternidad,
se muda mi alma en transfiguración,
lejos ya de todos voy en abducción,
a otra galaxia, a un mejor lugar,
repleto de música, canto angelical.
Se oyen alabanzas, millones cantar,
se mecen las flores queriendo adorar.
peces de colores de aquí para allá
sincronizan nados, lago de cristal.
Se oye el rin de un río límpido bajar…
del trono sublime del Dios inmortal,
en claras corrientes/ salutíferas,
sanando a su paso toda enfermedad.
En edén me encuentro ¡que preciosidad!
ni el mejor poeta ni diestro pintor
pueden describir esta sensación,
emoción que sólo se puede sentir
estando rodeado de tanto vivir.
Aves de arco iris llenan la ciudad,
sus calles de oro y el mar de cristal,
sus puertas de perlas, doce en total…
con arcos triunfales para el rey pasar.
Tesoros, diademas. coronas y más,
miles de sorpresas aguardando están,
que sólo los fieles y santos podrán
en aquel gran día de ellas disfrutar.
Debajo en la tierra es poco el amor,
poquita es la fe, la creencia en dios,
el hombre deambula sin moral ni son,
en perversidades de su corazón.
Por eso es que digo, que de aquí no soy,
soy un ser etéreo, un ángel de Dios,
sólo estoy de paso y lejos me voy,
pues mi hogar se encuentra… más allá del sol.