Sobre una manta enfrente del fuego, yace tu cuerpo junto a mi cuerpo
Desnudo, precioso, con tus miradas invitas a mis manos
E invitas a mis más intimo secreto, con tus manos en mi espalda
Con tus pechos en mi pecho.
Mi corazón se pierde en latidos que puedes sentir en mi lengua
Mientras mi lengua busca tus rincones más secretos
Para dibujarte un mapa de tu placer más intenso.
Lo olvide todo como si fuera un inocente niño
Y tanto y tan bien quise amarte, que me perdí en mi mismo.
A quien importara nuestras ropas, perdidas,
Desde la entrada hasta nuestra llar de foc
Cada pieza dejada en un rastro de pasión prohibida
Culminada en suelo con tu invitación.
Y un vinito…. A medio llenar esas copas con el fruto de la vid,
A la luz del fuego que se refleja en esos ojos tuyos,
Mientras, esa piel a media luz y a media sombra
Invita a las caricias más calidas y a la lujuria mas intensa.
Para perderse en el silencio, de las copas brindando,
Como brindan los ojos mientras vamos bebiendo del vino,
Fuente del deseo, del pensamiento, del amor bajo la luz del fuego
Y el sonido del mar de acompañamiento.
¿Como romperías el silencio, de la madera?
Que se quema, como se queman los sueños,
¿Como podrías romper el silencio de las olas que llegan rompiendo a la costa?
Como llegan las olas del amor a la playa de mis sentimientos,
Rompiendo una y otra vez, rompiendo, como tú rompes con tus gemidos mis lamentos.
Y en esa noche de poca luz y mucho misterio,
Guardaría en una cajita tus besos, tus miradas,
Tus abrazos, tu pequeña muerte, y mi deseo.
Para poder disfrutarlos de nuevo cada instante y cada momento,
Para que no se pierdan en el tiempo,
Ni el tiempo me robe de mi cajita todos los buenos recuerdos,
De una noche de amor bajo la luz del fuego
Y bajo el fuego del amor de nuestros calidos y húmedos cuerpos.
El despertar
Ya llegó la mañana, los primeros rayos de luz
Bañan tu cuerpo entrelazado en mi cuerpo.
Y las olas del mar nos saludan contra las rocas rompiendo el silencio.
Duermes, tranquila, sonriendo, suavemente poso mis labios en los tuyos.
Tus dos ojitos vas abriendo y un abrazo me atrapa como no queriendo
Como no queriendo despertar de un dulce sueño.
Se consumió la madera de la llar de foc pero el calor se mantuvo en el cuerpo
Y alcanzando abrir tus piernas encontré la invitación y el ruego.
Y tú encontraste la mañana más intensa de nuevo
Bajo las caricias de mis labios y de mis manos
Yo fui la madera, y tú, tú fuiste el fuego.
Con mi espalda en el suelo y tu cuerpo erguido sobre mi cuerpo quieto
Con tus pechos en mis manos como flores floreciendo
Y tus ojos en mis ojos clavados devorando el momento
Nuestras almas se van quemando bajo la pasión y el incendio.
Despertares entre un millón, entre un millón que no dejes vida
Pues si despiertas con pasión de nuestras almas encendidas
Llar de foc, cuatro botellas, ropa tirada y perdida,
Por las cuatro esquinas de aquella casa en frente de la mar bravia.
Despertares de la imaginación no hubo noche, ni casa, ni día
Que cuando abrí mis ojos la pasión me consumía
No pude encontrar tu cuerpo, ni tu mirada, mañana fría,
Sabedor de que anoche yaciste con otro amor y no eres mía.
Aunque en mis sueños era a mí,
En mi llar de foc, a quien tú querías.