Por más que aún no me lo creas,
este será por ti el último poema,
pues mi vida fue para que leas
sintiéndome la voz que penetra.
¿Por qué sería de mi el último?
Para eso, pon tus manos tendidas
con delicadeza sobre tu pecho
y hallarás ahí la razón servida.
Se me acabaron las inspiraciones.
Volaron los pájaros de los sueños.
El viento no enfrentó sus temores.
La imaginación ya no tiene dueño.
Deliraba de pasión para hablar
cuando los poemas te dedicaba
pero quedé mudo de tanto suspirar
producto por imagen tuya de hada.
Si parecía como un sol adormecido
en noches embuidas con sus lunas
por oxígeno amoroso consentido
mezclando mi corazón tu fortuna.
Paralizado, frío, inhibido de pasos,
como estatua nacían las estrofas
pero movido por tu presente escaso
mi labia quedaba híbrida y amorfa.
La mejor conjugación para amar
las ideas que parieron tu belleza
ya son tiempo pretérito sin dudar
siendo abortado el futuro sin fuerza.
Aunque te parezca un poema más
mañana cuando despiertes insufrida,
el efecto de este suero lo sentirás,
porque mi amor se fue de tu vida.
Vito Angeli