EL HOMBRE CONTRA…
La tierra acumula penas, en hendiduras abiertas
Busca huir de los ataques, pero no encuentra la puerta
Hieren su corazón buscando en lo más profundo
Lo que para ella es, de su entraña lo fecundo
Quiere gritar y no sirve, están sordos los oyentes
Con martirio de madre, atisba lo consecuente
Agoniza el paisaje, las cuencas están vacías,
El puente con el milagro, se ha roto al ser burlado
La noche exasperada terminó con el silencio
Porque el cielo lloró, con fuerza por el ultraje
De ira y de reproches, descolgó de su bagaje
Fuego sobre las rosas, que a poco fueron muriendo.
Hemorragia de tristezas evacuó de cada alma,
No comprendiendo la saña de su propio desquicio
Quiso madurar aullido sobre la sombra doliente
Pero solo consiguió una respuesta ausente
Una inmensa mirada, de pronto fue olvidada
La que permite que el sol, benigno, nos dé calor
Y la cara de la luna nos inunde con su luz
Hacedor de los espacios, el tiempo es de Dios
Teresa Ternavasio
18/02/2011