Y sí, contigo toque el cielo y desendí al infierno
Pero cuando abrí los ojos, algo ya le faltaba a tus besos tristes
Algo que no supe descifrar
El silencio, como neblina cegadora fue cayendo en nuestros rostros
Nos impidió mirarnos a los ojos
Como cuando solo con mirarnos nos hablábamos
Y con los labios fríos dábamos besos furtivos
Esperando calidez, encontramos soledad
Sonriendo. se desgarraron nuestras almas
Nos conocimos el cuerpo y el alma
Y en un instante nos desconocimos
Como extraños en cualquier calle
pasando desapercibidos el uno para el otro
Fue tan fuerte y tan etéreo
Tan real y tan sublime
Tan a prisa y tan eterno
Fuimos agua, fuimos viento, tormenta y huracán
Hoy somos silbo, somos hielo, dos extraños que comparten un lugar.