El sofocante verano devastaba mi ser,
su opresión ahogaba mi existencia
¿la voluntad? dejó de existir…… sobrevivía
Cual muerto en vida, me derramaba por las jornadas.
Mi eterna noche esperaba, y no llegaba, no entendía,
¿para qué aún vivía?
Me cansé, desperté, deje ir el verano, al otoño desafié.
A la obscura confusión de mi alma, centellas atraje,
y estrellas fugaces traspasaron el firmamento,
como pequeñas ráfagas de luz, iluminaron sin dejar huella.
Vacío perpetuo, aún mas sombras en mi oscuridad……
Llegaste tú, brillando con luz propia aclaraste mi cielo,
cómo sol emergiendo detrás de las aguas en el horizonte.
disipaste las tinieblas que rodeaban mi corazón
La fuerza de tu primavera cambió mi otoño,
el perfume de tu esencia impregna mi aire,
Lucero eres a mi caminar, la brisa de mi mañana
huele ahora a ti.