Ha caído el sol
y escucho la armonía del silencio
que perpetua el yermo en mi ser,
un triste lamento agudo
emerge de mi alma desolada,
me escucho,
pues un silencio inhumano
brota de mis noches de desvarió,
te palpo,
y no encuentro alivio
ya que un frío profundo
acarician mis manos anhelantes
al tocar tu almohada desocupada,
te reclamo con un murmullo imperceptible
que mis oídos no quieren advertir,
silencio grita mi alma entristecida
que aun esta de luto la vida.