Compañera no me diga
que no me arriesgue
ambos sabemos
que la vida no es eterna
entonces ¿Por qué no hacer algo con ella?
y así como nos amamos
ninfa nocturna
que asi sea hoy nuestra entrega al ideal
que invade nuevamente la memoria.
¿Compañera vió el rostro
del campesino aferrado
a su llacta, a su alforja
cuando despidió a su hijo migrante
golondrina que busca un verano incierto
entre el ruido y/o el cemento?
será ahora albañil propiedad
del capital local
guachimán en el Norte o en España
o un explotado minero
arrancado de su llacta
de su hogar
y cuan frecuentemente
de su Patria.
Compañera,
usted preciosa se conmueve
del rostro triste del mendigo,
el desempleado o el lustrabotas
lo sé,
lo comparto y la comprendo
pero déjeme decirle
que tras de ellos hay un culpable
y preciso es luchar
contra ese miserable
que le carga su miseria moral
al humilde
en forma de hambre.
Compañera no me diga
que me quede expectante
cuando el infame pisotea,
viola, roba, humilla, invade
a quien por pobre no puede defenderse
y por eso el gamonal, el aniñado
el curuchupa y el prepotente
me llaman, vándalo, relajoso
y hasta terrorista
y persiguen a mis amigos
por delatarles mojigatos
y cantarles en su cara las verdades
Vamos juntos compañera
a compartir el dolor ajeno
a mirar el rostro del hambre
en la vereda de la opulencia
a llorar la desnudez
no aquella de los cuerpos extasiados
sino la que obliga la escasez
venga conmigo
a sentir las lágrimas y los bichos
de tantos niños
a tomar las manos mancilladas
de la lavandera, del obrero
a descubrir en su aspereza
mil historias de admirable fortaleza
a mirarles a sus ojos
cansados
pero siempre generosos y sinceros
y admirar en ellos
el aguante de mi pueblo
y la razón de mi indignación
contra los mercenarios de los sueños.
Por eso compañera no me diga
que no me arriesgue
ambos sabemos
que la vida no es eterna
entonces ¿Por qué no hacer algo con ella?
la lucha es la respuesta
y así como nos amamos
ninfa nocturna
que así sea hoy nuestra entrega al ideal
que invade nuevamente la memoria.