Se que mi explicación no te satisface…
Pero te propongo, que otra vez recomencemos;
Y que nuestro dulce cariño renovemos,
¡Al fuego no se expone el amor!
el siempre exige mejor ofrenda…
ven a mis brazos, y deja que tu corpiño desprenda;
y soseguemos este dolor.
Solo te pido, que no digas nada;
nuestro cuerpo finquemos de caricias;
y al desierto de tu piel desolada,
deja recorrerlo, ¡con ansias y sin malicia!.
Desnúdate toda mi pequeña,
y amémonos sin luces a la sombra;
y veras fluir agua de la peña,
como algo maravilloso que te asombra.
Veras, como las carnes se reconcilian pronto,
en la sombra de la noche los amantes;
¡todo volverá a ser como antes!
Ven y borra ese gesto tonto…
Toda la rabia que te atormenta
cuando tu cuerpo al mió acuda,
quedara en un momento disipada…,
y en esta hora, de testigo despejada
¡quiero que vengas a mi, toda desnuda!...