Espejismo de un oasis, inesperado refugio
Ansiado y no pedido, alucinante visión
Haces aflorar los males, que con dolor guarda
Un inconsciente dormido esclavo de su propia prisión
Desatas locuras con el encanto de tu voz
Cuales ninfas en los mitos atrayendo al perdulario
A las redes placenteras que liberan el ser interior.
Palabras lisonjeras, que penetran en mi alma
Maestro del hablar, ha de ser tu verdad
Lograste cautivar, el tímpano de hierro
Pudiendo atravesar semejante fortaleza
Como no has de endulzar este tiempo
Antes eterno, que hoy llega a su final
Ojos traicioneros que se dejan engañar
Con esa imagen divina que no alcanza tu verdad
Mis sentidos son cautivos pues diriges mi mirar
Hacia enfoques lujuriosos en los que me dejo atrapar
Que importa el pasado y lo que ha de venir
Mientras no turbe mi mirar, no apague la imaginación
En mi sentido frustrado que quiere hoy gemir
Con un deseo pernicioso que acerca el cielo
Y también el infierno previo pago por sentir
En un tiempo que no era el mío
No era mi tiempo de amores
Llévate mis miserias, las que invitan al placer
Que con agua limpiare mis culpas y mis pecados callaré
En un rincón inquebrantable la mujer reposará
Quizás la vida en su andar otro espejismo traerá
Llevándose la huella que con añoranza he de guardar
En el arca de mi alma, donde se esconde la felicidad
Solo quisiera que mi aliento traspasara el tiempo
Y con el brillo de una mirada poder compartir
Que los espejismos son sueños que se transforman en realidad.