Eres mi alma gemela, la dueña de mí ser.
La mujer que me da felicidad, locura y placer.
A quien amo con todo mí ser.
Prometiéndote toda la vida fiel ser.
Eres mi alma gemela, divina creación.
Quiero que sepas que eres la dueña de mi corazón.
La mujer que siempre me llena de pasión.
Con tus ricos besos sabor a melón.
Eres mi alma gemela, bella flor de mi jardín.
Niña de mis ojos, encanto de serafín.
Chiquilla tierna y encantadora, aroma de jazmín.
Quiero contigo compartir hasta que se llegue mi fin.
Eres mi alma gemela, musa de mi inspiración.
Basta con verte para perder la razón.
Volviéndome un loco, pero lleno de emoción.
Dándole un mayor sentido a mi inspiración.
Eres mi alma gemela, electa como mi esposa.
Con belleza sin igual como una mariposa.
A Dios gracias doy por darme una persona tan maravillosa.
Y a ti por haber aceptado ser mi amada esposa.
Autor: Edwin Yanes