Por una sinceridad ingenua, te perdí a poco costo. Y me pregunté a mi mismo, porqué lo hiciste así. Como una serpiente que teme mostrar su rostro, me escondí de este mundo que me odiaba por ti. Seré yo el que se equivoca, seré yo hombre de errores, Seré yo el que huye desde la razón impactante. Pero no podrá ser que me vaya sin dolores, cuando me dé cuenta que no soy más tu amante. Miraré tras de ti y veré a mi serpiente, miraré, y miraré, todo lo que nunca he visto. Por una sinceridad ingenua no sería inteligente, ni el sol puede saber de una nuble lo imprevisto. Yo seré o tú serás, o quizás no seremos. Yo me voy, tu te vas, así se diseñó la vida. Pero como el uno al otro a ninguno amaremos, el amor es una flor que se corta y no se marchita. Dicen que el amor humano esta hecho por una cosa, que camina por las almas convirtiéndose en un monstruo. Y yo pienso que no existe una vida más asclerosa, que la que te hizo ir de mí, dejándome tu rostro. Estoy feliz solo con verte, con saber que tú existes, con saber que tú estas, aunque yo no te toco. Aunque estoy pagando con estos momentos tristes, el error que te hizo alejarte poco a poco. LEOM KOLMNELA