Sobrevivir a esta cama tan aletargada
como así hacen las frialdades de la arruga.
Navegar por un cielo de yeso a solas
y convertirlo en el universo ocular de mis recuerdos.
Beber de la sed, mutilar las voluntades.
Distinguir de la boca, qué es saliva y qué deseo.
Perdurar a esta tempestad en calma
de la que tanto espacio me sobra y a la vez falta,
hilar soledades , con el hálito inconfeso de tu nombre
y sobre este lecho, tan de hiedra venenosa,
tan de altar de dioses táctiles...
llorar la ausencia mínima de tu boca,
sustituir tu piel por suspiros de media noche.
Porque nunca una Luna , voló tan despacio
ni el alba retrasó tanto sus claridades.
Debe ser que de tus labios la abstinencia,
de tiempo me hiere, siendo herida limpia,
que ni sangra ni promete muerte rápida
y el alimento de tus ojos,
me engrandece como mengua, ciego y desesperado..
Debe ser que la vida, en el diccionario de mi pecho
solo una cosa significa, …. tu cuerpo … tu presencia.