Esta vieja y retorcida higuera,
encaramada al dintel de mi ventana,
con aspecto de antaño vivir sana
hoy se encuentra de ramas muy ligera.
Es el gris su color predominante
y su fruto suele ser bastante escaso
pero yo que la observo a cada paso
llego incluso a pensar que es elegante.
Este año yo quisiera amiga mía
que de verde se llenaran esas ramas
y tu olor fuera el olor que cada día
se colara a través de mis ventanas
y si vieras que mi cama está vacía
es que he ido a verte…
como todas las mañanas.