Si pudiera yo tenerte cada noche,
si pudiera acariciarte lentamente,
si pudiera tomarte de la mano,
y caminar juntos por la casa,
hasta llegar ambos a mi alcoba.
Si pudiera llevarte a mi cama,
y jugar con embeleso bajo mis sábanas,
prodigándonos suaves caricias,
prodigándonos solamente amor.
El deseo no conoce de pausas,
me sumerjo en tus brazos,
nuestras ansias se funden,
en abrazos que producen
un calor de incendio que me abraza.
Nuestros cuerpos se unen,
y se entrelazan los instintos,
que nos llevan al éxtasis
creciente que al fin estalla.
Mis manos buscando tu cuerpo
para saber que aun eres mío
buscándote en mi tibio lecho,
buscando el aroma de tu viril perfume,
donde solo encuentro la huella de mi sueño.