"Y estoy contento
de que el solitario que soy
no lo sea tanto"
Raúl Garduño
Vuelves a ser el frío que rociaba mis venas
para sentirte cerca.
La luna nos recuerda
como dos gotas.
Eres el mar que en todo resucita.
Eres el mar que nace para ahogarse.
A ciertas horas tú,
a esta hora tu amor
como si a ciertas horas entendiera la vida!
La balanza del tiempo
inclinó sus minutos para morder tu cuello.
Y con la sed del grito
me bebes la canción que no recuerdo.
Yo hablo con las cenizas de mi sueño,
tú le mientes al polvo de tus alas.
Yo congelo las sábanas.
Tú derrites el agua.
Hay agua en cada gota
de agua,
vidrios en las ventanas,
clorofila en las hojas,
alegría en los ojos de quienes ven el mundo!
Todo está donde debe,
todo conoce a dónde pertenece.
Tu boca está en mi beso
y mi abrazo responde a tu silencio:
te pertenezco.
Libèlula
21 de febrero 2011