¡Música, luces , acción, y empieza la función!
Niños, niñas, reinas locales, campesinos todos
emergiendo de sus raíces, de su historia, de sus leyendas,
sacando lo mejor de sus sentimientos.
Dándose al movimiento, representando, experimentando
con trajes de ensueño y los movimientos
lanzados al aire con esmero, pequeños colibríes
aleteando en la historia, coloridos quindes (colibríes)
sacando el néctar de sus almas
y regalándole vuelos suspendidos a su memoria.
Salen...... y entran los diamantes (Quishpes),
maravillosas piedras que desde la roca han visto
el paso de la historia, niños, asustados
ante las luces del escenario,
con el corazón en sus delicadas gargantas
brillando en bruto, pero al fin diamantes....
Cambio de escena, con música de río
de cascada de agua golpeando el follaje,
delicadas figuras, entran en escena
con fantásticos trajes y tocados de ensueño,
vertiendo de sus entrañas, la esencia de su ser,
clara como el agua que con los efectos del atuendo
parecieran cascadas presurosas
golpeando las piedras y levantándose en espumas.
Agua (chilla) reina de las montañas,
dadora de vida a los verdes campos,
espejo del cielo, frescura.......
Quindes, quishpes y chillas
sobre el escenario, sobre el corazón
del público que los ovacionó .
Entre el público, yo.