He guardado mis secretos
escondidos mucho tiempo
en los cielos de mi alma,
en los sueños de mis sueños.
Y ahora despiertan y salen
poco a poco de su encierro
para gritarme a la cara
que ya no son prisioneros,
que mis palabras calladas
tenían muchos más ecos,
y que tú los descubriste
para guardar en silencio
todo lo que yo soñaba
y que guardaba en mi pecho.
Me has dado mucho cariño
y me has guardado el secreto
de saber que soy tu amigo,
pero tengo sentimientos,
que tú conoces y callas
y que guardas con respeto.
¡Qué bello es saber que te amen
y que parezca un secreto…!
pues los dos bien lo sabemos…
la respuesta está en el viento…