Subsisto sin el amor perpetuo
que le de sentido positivo a mi recogida vida,
he vivido sin vanidad ni soberbia en soledad perpetua
hasta que un aire fresco lleno mi aliento
saturándome de una celestial ilusión
al escuchar la sensitiva melodía
que nace de su acaramelada voz,
quise ser el sonido de sus frescas palabras
para que germine de su dulce boca
que soy su gustoso y diferida adoración,
el amor que se filtra por mi piel
y se ensancha en los momentos
cuando aislado me siento,
aspirando con vehemente demencia ver las formas
de la soberana de mis antojos,
una llama de excitación fluye de mi interior
y va avivando el apetito de mis adentros,
de su actividad aspiro componer una bella canción
que describa como cobra vida
este intenso amor que anida en mi deseoso corazón,
en el mar de sus dulces sueños deseo anclar
y en sus costas doradas
desembarcar un alucinante fervor,
soy cielo sin estrellas
que te husmea con desesperado empeño,
acompáñame para llenar contigo
mi universo virgen
de palpitantes índigos luceros,
quiero zarpar hacia tus apacibles aguas
y dormir con mi velero entre tus corrientes
para regalarte
el estandarte de mis sueños
y arrastrarme hacia tus profundidades
y llenar de tus humedades la nave de mi amor eterno
para adueñarme eternamente de tus agraciadas aguas