Si el alma te enciende mariposas
de fuego no te niegues
los vuelos desde el estómago
-con alas de ardor y calambres-
hasta la frontera del pelo y los pies.
Si el fuego prende en tu cuerpo.
Si el fuego te colma de vuelos
del alma no te tardes en rendirte
a los calambres de mariposas
desde el corazón hasta el horizonte.
Si un día alma y mente te traicionan.
Mas por si acaso, guarda el aliento
de un viaje a la isla del coraje
donde la mañana y la tarde llueven.
Por si un día el fuego te lleva
desde las brasas hasta la nieve.