ALBORADA
Cuando muere la noche y resplandece el día
Los colores renacen y toman posesión
De la luz que se expande sobre las lejanías
Bajo el influjo fulgido el relumbrante sol.
Las gotas de roció que en la noche pendían
De unos ojos de diosa que se murió de amor
Al rayar de la aurora sobre la clorofila
Sacian la sed policroma de inquieto chupaflor.
Sobre los arcoíris el agua en nubecillas
Sube al cielo y lo pinta de un azul sin mancilla
Que le sirve de fondo al verde de la flora,
Y los hombres que aman a la madre natura
Celebran el milagro que otra vez inaugura
La vida que deviene pero nunca se agota
Fernandocardonakaro