marco augusto

LA INHUMANA HUMANIDAD

Entre el polvo negro de la ciudad deambulan invisibles  los indigentes,niños, hombres y ancianos como sombras transitan por la vida,un desfallecimiento lo detiene en vía y el viejo Juan mira al cielo gris suplicando indulgencia al creador,su estomago desocupado va haciendo deterioro en su ya deshecho organismo,sus manos agotadas y trémulas ya casi sin fuerzas debido a la ancianidad y una intolerable desnutrición suplica por el amor de Dios una limosna y como molesta la gente se aleja, le es indiferente si es de día o de noche su vida deambula  por la ciudad sin rumbo sin mas aspiración que un plato de comida, la lluvia le humedece hasta los huesos y se refugia abajo de un sucio puente, el viejo Juan sufre un fuerte dolor en el pecho que le mata y a los días descubren su descompuesto cuerpo, ya termino el suplicio de su dolorosa vida ya Juan esta en la gloria celestial  sereno,y sin hambre y sin la penas de verse abandonado por los suyos a los que crío con la sangre de sus venas, ya reside donde siempre evoco residir,ya dejo la indigencia que tanta desdicha le causaba  Dios bendiga a los Juanes que viven habitualmente  por los sendas sombrías  por la desidia de los inhumanos.