La dicha es cierta cuando te sientas conmigo
Y dejas que tome ese par de pies que te han traído.
Echa tu carga a un lado, olvídate
Voy a amasar la tensión de tus pies tan queridos
Voy a dedicarme a ellos por completo
Quiero que me cuénten dónde te han llevado
y a qué rincones me vas a acompañar
al saber de los caprichos que resbalan
entre esos dedos cortos y cómplices.
Muchos sueños he tenido de pies alternados
Uno tuyo, uno mío. Uno mío, uno tuyo.
En pasos de baile y flores,
en pasos de senderos y viento.
Lo que mas deseo al tenerte en frente
es que el lazo que sostenemos sea corto.
Por eso, junta las palmas de tus pies
canta mi nombre con tu voz mediana y tibia
yo moldearé una oración con mis manos:
Que mis deseos no se pierdan
Que ésta llave abra la puerta cerrada
Que calme la sed de beber ésta copa
Que pueda ser el alivio de tanto lastre
y subirme a tu altura.