Hay a veces quien protesta
Porque intentan moldearlo
Hay a veces quien se inquieta
Al ver que intentan adoctrinarlo
Una muestra de las diferencias
De quien se presenta dispar
Con tan distintas creencias
No se lo puede considerar igual
Hay a veces quien intenta
Mostrar lo bello del albedrio
Sacar del interior, su molestia
Buscando evitar el exilio
Pero usualmente encuentra
De lo buscado, lo contrario
Pues cuando llega la respuesta
Todos se vuelven adversarios
Entre credos y dogmas
Se ha forjado la afonía
Y una venda sectaria adorna
A quienes cantan su sinfonía
Pues aunque la voz se ha perdido
Ásperos labios todavía recitan
La doctrina que han aprendido
Mediante versos que los intoxican
El movimiento es inconsciente
Pero acierta en su objetivo
Y aquel crítico, aquel valiente
Es enterrado en el olvido
Palabras censuradas con prontitud
Nombres que son, con afán, borrados
Acallada es la voz entre la multitud
Los pensamientos son adiestrados
Del libre albedrio, hay amnesia
Prisioneros del pensamiento uniforme
Carente oposición y diferencia
Lagunas de una mentalidad conforme
Rampante, escala hacia la mente
La doctrina que es irrefutable
Se adentra en el subconsciente
Y a lo absurdo, vuelve razonable
Y la crítica que era constructiva
Es destrozada y sepultada
Pues la dogmatica es destructiva
Y al pensador reduce a nada
La libertad del pensamiento
Silenciada por los dogmas
Atrapada entre lamentos
De quien se oculta entre las sombras
Evitando que se lleven
Aquello que le es valioso
Su propia visión del universo
De la vida, su propio esbozo
Mientras las fauces se abren
Intentando guardar las apariencias
Haciendo creer que son amables
Van erradicando las diferencias.
Andrés Ruiz H.