Talvez bajo otro cielo
de tonos grises
con estrellas blancas y polvo
de quásares molidos
donde soles lamen astros
y poros anudan los vacíos,
una luna triste encienda
el motor eterno de mi interior
apegado al hastío…
a las cenizas de tus besos;
o un meteoro salve la distancia
y te devuelva
en una nube imperiosa
este mismo frío.