Me remonto a septiembre de 1985,
entonces tenia 23 años de edad.
fecha donde se marco la ruptura del silencio,
los jovenes despues de los tragicos sucesos
del 68, y 73 cuando fueron masacrados,
por las fuerzas públicas y el ejercito,
habian permanecidos callados, silenciosos,
con el dolor que el pueblo los habia dejado solos.
En ese entonces me encontraba comisionado,
a la fuerza policiaca mas temida, por el pueblo,
y por los politicos, seguridad nacional,
un ente que intervenia, lo que quisiera,
entonces fiel a mi palabra, era el brazo ejecutor,
de las ordenes del ejecutivo, para eliminar,
a los riesgos del sistema politico.
El día 19 de septiembre del 85,
apenas llegando a mi domicilio,
para disponerme a descansar,
se vino el enojo de la naturaleza,
cimbro por completo a la ciudad,
destrozando los cimientos por completo,
desnudando las carencias, y mal preparación
del gobierno para eventos de esta magnitud.
De inmediato me reporte, y recibi las ordenes
de trasladarme, para controlar las emisiones,
los reportes de los efectos de este desvastador sismo,
minimizar y censurar las noticias,
mientras se demostraba la total incapacidad gubernamental.
Afuera el pueblo la juventud, dando muestras
de fortaleza, salio espontaneamente,
si necesidad de llamados, solo con el afan
de rescatar a sus victimas, sin apoyo sin herramientas,
solo con sus manos, su cuerpo, clamando en silencio,
poder levantar, a su ciudad destruida,
rebazando prontamente, a los cuerpos de emergencia,
mientras en el día cumplia fielmente mi trabajo,
de noche me unia, a esas brigadas anonimas,
para mitigar los efectos, para sacar a los caidos,
Fue entonces cuando, entendí, para que era
esa segunda oportunidad, cuando conoci,
en carne propia la pobredumbre, que reinaba,
hechos dificiles de enteder, conociendo
historía crueles, niñas violadas y vejadas
por sus propios familiares, niños que en lugar de aceptar
los alimentos ofrecidos, clamaban por lo que sus padres
les daban para mitigarla, solo querian su mona, su droga
conocer en carne propia, la rapiña de los cuerpos de socorro,
mientras los jovenes liberaban de sus sepulturas a las victimas,
entonces cambio mi forma de pensar de ser,
mi uni al grito de los jovenes
queremos sobrevivir, queremos un mejor mañana,
fue cuando deje de pensar en mí,
y solo pense en los demas.