Quizás las sacerdotisas se quedaron con todo
y yo he muerto
Me he perdido en la noche
sin la luna de aquel tiempo tan nuestro
¿Dónde quedaste tú que junto al templo
me juraste amor eterno?
Perdón, que yo juré lo mismo
pero el tiempo nos dejó vagando
en un abrazo imaginario y lento
o en esta lágrima
que saltando al espejismo se derrama...
Quizás las sacerdotisas
cenaron nuestros sueños
y ahora los vomitan en palabras